Buena cafetéría para comer algo de almuerzo y utilizar los baños, espectaculares pero a 1 Euro su uso, y con tiempo pasamos seguridad y bajamos al andén donde tradicionalmente sale el tren de Asturias, según informaron viajeros frecuentes, y nada que ver, parece que ese día cambiaron de puerta y tuvimos que regresar al terminal con el equipaje, pero cual será la sorpresa, que el andén asignado no tiene ascensor ni escaleras mecánicas, estaba en mantenimiento, así que quedará como anécdota el tener que descender con maletas por las escaleras, nada cómodo por cierto, pero lo tomaremos como una experiencia más y comprender la importancia que tiene ir a las estaciones siempre con tiempo.
Segovia, Valladolid, Palencia, León, La Pola, Mieres, Oviedo y las que se nos pasan, pero el tiempo se nos fue rápido, una buena parte durmiendo y otro jugando, en cómodos asientos con mesa y dos asientos de frente, en primera del segundo vagón, y los abuelos en la fila de atrás, disfrutamos el viaje, más lento y nublado, lleno de pequeños túneles en el área de León a Asturias, pero otra aventura más en un tipo de viaje desconocido para nosotros y lleno de espectaculares paisajes.
Buenos baños en los dos extremos del vagón y una pequeña pero completa cafetería, a la que solo fue abuelo, y no faltaban las chucherías y las aceitunas de Samy, hizo el viaje bastante agradable. Hay que hacer notar que en todo el trasporte público español es obligatorio el uso permanente de mascarillas.
Al llegar a la estación un emotivo recibimiento familiar, ya que es la primera vez que nos encontramos desde el fallecimiento de tía Mónica, la mamá de Diego y por supuesto era inevitable la expresión de dolor.
Como solo fueron con el carro de tía Paty a buscarnos y considerendo que las distancias en Gijón son cortas, solo la acompañaron las maletas, y el resto conversando y poco a poco, nos fuimos hasta el apartamento alquilado en La Xiuca a pie.
Fotos del viaje en tren de Madrid a Gijón, Click aquí.
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